Se necesita una gran movilización de recursos para enfrentar el cambio climático y lograr una transición hacia una economía limpia y resiliente. Nuestra misión es acelerar las inversiones respetuosas con el medioambiente e integrar consideraciones climáticas en productos, servicios y políticas financieras.

La conservación y el buen manejo de los bosques es un elemento clave en la lucha para limitar el calentamiento global a 1.5 grados. Cada año, los bosques son responsables de eliminar más de una cuarta parte de todas las emisiones de CO2. Además, almacenan más carbono, que podría liberarse si se destruyen, que las reservas fósiles existentes y fácilmente explotables.

El cambio climático conlleva desafíos importantes para las perspectivas de desarrollo en todo el mundo que afectan los medios de vida y las economías nacionales. La adaptación al cambio climático debe considerarse en los procesos de desarrollo y planificación sectorial para mitigar los riesgos climáticos y mejorar la resiliencia de los medios de vida, los ecosistemas y las empresas.

La gestión ambiental se refiere a la comprensión de la estructura y función del sistema terrestre, así como de las formas en que los humanos se relacionan con su entorno (Barrow, 2005).

La planificación estratégica es un proceso sistemático de visualizar un futuro deseado y traducir esta visión en metas u objetivos ampliamente definidos y una secuencia de pasos para alcanzarlos.

Las salvaguardas o normas sociales y ambientales son cada vez más utilizadas por los bancos de desarrollo, las instituciones / agencias de conservación o de financiamiento para garantizar que los riesgos sociales y ambientales potenciales de las actividades que apoyan se hayan considerado debidamente desde el momento de la planificación hasta el momento después de que la implementación haya finalizado. Solo si dichos riesgos se identifican en una etapa temprana de la planificación, se pueden evitar, o cuando esto sea imposible, mitigarse y gestionarse.